DON DE FORTALEZA
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Es un seguro de vida: cuando fracasamos
siempre sale a nuestro encuentro.
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Es un salvavidas cuando los acontecimientos
nos derrumban y sentimos que nos ahogamos en ellos.
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Es un almohadón que, el Espíritu, pone entre
nosotros y las luchas de cada día.
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Es optimismo frente a un futuro incierto y
pesimista.
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Es una llamada a la perseverancia y a no
cambiar lo más santo y noble por lo puramente efímero y risueño.
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La Madre Teresa de Calcuta llegó a decir:
“sólo con el Espíritu Santo somos capaces de resistir en todo".
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El enemigo de este “don” es la debilidad que
nos impide solicitar fuerza de lo alto.
Cuento: "La Roca":
Un hombre
dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció
Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca
frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus
fuerzas.
Por muchos años, desde que salía el sol
hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y
esta no se movía.
Todas las noches el hombre regresaba a
su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.
Como el hombre empezó a sentirse
frustrado, el Maligno decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su
mente: "Has estado empujando esa
roca por mucho tiempo, y no se ha movido". "¿Por qué
esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Sólo haz un mínimo esfuerzo y
será suficiente". Le
dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible
de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su
sentimiento de frustración y desilusión.
El hombre pensó en poner en práctica
esto pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus
sentimientos: "Señor, he trabajado duro por
mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me
pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa?
¿Por qué he fracasado? ".
El Señor le respondió con compasión:"Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste,
te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has
hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar. Ahora
vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad
fracasaste? Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda
fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se
han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades
ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la
roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mí.
Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca".
Algunas veces, cuando escuchamos la
Palabra del Señor, tratamos inútilmente de descifrar su voluntad, cuando Dios
sólo nos pedía obediencia y fe en Él.
Cuando todo parezca ir mal... EMPUJA.
Cuando estés agotado por el trabajo...
EMPUJA.
Cuando la gente no se comporte de la
manera que te parece que debería... EMPUJA.
Cuando no tienes más dinero para pagar
tus cuentas... EMPUJA.
Cuando la gente no te comprende...
EMPUJA.
Cuando te sientas agotado y sin
fuerzas... EMPUJA.
En los momentos difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a
Jesús para que ilumine tu mente y guíe tus pasos.
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DONES DEL ESPIRITU SANTO
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