Primero que todo debo darle gracias a Dios porque El tiene siempre el pretexto perfecto para estar con nosotros, para entrar en nuestro corazón en nuestra casa, en nuestras cosas, en fin para entrar en nuestra vida y quedarse en ella.
DIOS en una palabra es “amor” y su mayor regalo es la vida y darnos a su hijo para que tengamos vida en abundancia y ¿qué es el amor? , pensemos un momento en la persona que más amamos, si a ese sentimiento le sacamos todo rastro de impureza como peleas, discordias, tendríamos sólo una lucecita de lo que realmente es el amor de Dios.
Su amor es pleno, feliz, inagotable, por amor nos creó y nos dio esta vida, prometiendo acompañarnos con su amor durante todas las etapas que nos toque vivir. (y nosotros pequeños prepotentes a veces pensamos para que estoy en este mundo, y Dios en silencio nos responde: “porque te amo”).
Puede fallar el amor de los hombres, aun de nuestros seres más queridos, pero el Amor de Dios no tiene fallas, es personal, sin límites, sin peros, sin mediocridades, su amor no se aburre, no se cansa, no se estresa, su amor es perfecto, puro, es dulce y tierno.
Dios nos ama a cada uno como si fuésemos su único hijo y al vernos tan alejados de El , tan perdidos, entonces El se hace hombre y nos redime en la cruz. Dios nos habla cada día, en cada momento, El nos dice que nos ama, que lo único que quiere es nuestra felicidad, que nos ama así como somos, sin más ni menos, El nos ama a pesar del bullicio del día, nos ama en silencio, y nosotros necios muchas veces preguntamos ¿y dónde está Dios?.
El amor de Dios es como la mano a la que podemos aferrarnos, es como la luz que brilla en la noche y nos indica el camino.
Ahora bien cuando nos soltamos de su mano, cuando no seguimos su camino, es ahí mismo donde aparece esa palabrota “pecado” en nuestras vidas, pensemos la vida está llena de dificultades y frente a cada uno podemos decidir sigo solo o de su mano.
Es preciso estar concientes que pecar no es otra cosa que el hecho de ofender a Dios, y ésta no es una ofensa cualquiera a quien nos ha dado mucho o poco, sino se trata de ofender a aquel que nos ha dado todo.
El pecado es como la escena de una madre con su hijo enfermo, (coloquémonos en el papel de la madre…)
Para Dios a diferencia de nosotros ese insulto lo siente, pero espera en silencio con su corazón misericordioso a ese hijo arrepentido.
Saben muchas veces pensamos que no podemos llegar delante de Dios por miedo a que seamos una carga para Dios, más fácil es ignorarlo, pues pensamos que su amor al igual que el nuestro es limitado y condicionado. El amor de Dios es tan grande que nuestro pequeño cerebro es incapaz de comprenderlo, solamente nos queda humildemente aceptarlo. Siempre que el enemigo nos haga pensar que Dios no tiene tiempo para nosotros y no somos más que una carga recordemos Dios no lleva cargas, te lleva a ti, que eres su creación y en cuanto al tiempo éste es sólo tema y una limitación humana.
La vida es amor de Dios SI tiene sentido aunque ciegamente no le veamos el sentido, no seamos egoístas pensemos un poquito más allá de nuestro ombligo, cuando hay una familia que no sabe rezar, cuando hay un amigo que necesite ser escuchado, todo tiene sentido talvez no en el minuto, sino en el plan de Dios. Pensemos en esto cuando nos invada la pena, la angustia, o la flojera ya que cualquiera de éstas es un obstáculo muy peligroso para la gran tarea del Reino de Dios, que es nada menos que el Amor de Dios llegue a todos los corazones.
Todos somos sus hijos amados, El nos creó porque nos amó primero, todos somos sus instrumentos, y cada persona en algún momento necesita un gesto de amor de Dios y ese propósito puede conseguirse si somos agradecidos y generosos y no negamos aquellos que se nos fue dado gratuitamente SU AMOR.
1ª Corintios 13 “Nada más perfecto que el amor”
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no es jactanciosa, no se engríe;
es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal;
no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
El amor no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia.
Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía.
Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.
Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es el amor.
San Pablo describió el amor como la mayor de las virtudes, mayor que la fe y mayor que la esperanza, lo más positivo de la vida. Entonces si somos esencia de su amor estamos hechos para amar y ser amados. Y si se nos quita el amor nos marchitamos y morimos como una planta sin agua…entonces a vivir con amor se ha dicho¡¡¡¡no olvidemos que al atardecer de nuestra vida se nos examinará en el amor.
Gracias Señor por todo tu amor…
Señor, enséñanos a no amarnos ya a nosotros mismos y a no contentarnos con amar a los nuestros y a los que nos agradan. Señor, enséñanos a pensar sólo en los otros, a amar primero a los que nadie ama. Señor, haz que sintamos dolorosamente el sufrimiento de los demás.
ÁMAME TAL COMO ERES
Conozco tu miseria, las luchas y tribulaciones de tu alma, la debilidad y las dolencias de tu cuerpo; conozco tu cobardía, tus pecados y tus flaquezas; y a pesar de todo te digo: "Dame tu corazón, ámame tal como eres".
Si para darme tu corazón esperas ser un ángel, nunca llegarás a amarme. Aun cuando caigas de nuevo muchas veces en esas faltas que quisieras no cometer jamás, y seas un cobarde para practicar la virtud, no te consiento que me dejes de amar.
Ámame tal como eres. Ámame en todo momento, cualquiera que sea la situación en que te encuentras, de fervor o de sequedad, de fidelidad o traición.
Ámame tal como eres. Quiero el amor de tu corazón indigente. Si esperas a ser perfecto para amarme, nunca me llegarás a amar…
Déjame amarte, quiero tu corazón. En mis planes está el moldearte, pero mientras eso llega, te amo tal como eres. Y quiero que tú hagas lo mismo; deseo ver tu corazón que se levanta desde lo profundo de tu miseria. Amo en ti incluso tu debilidad. Me gusta el amor de los pobres; quiero que desde la indigencia se levante incesantemente este grito: Te amo, Señor. Lo que me importa es el canto de tu corazón. ¿Para qué necesito yo tu ciencia o tus talentos? No te pido virtudes, y aun cuando yo te las diera, eres tan débil que siempre se mezclaría en ellas el amor propio; pero no te preocupes por eso… Preocúpate sólo de llenar con tu amor el momento presente.
Hoy me tienes a la puerta de tu corazón, como un mendigo, a mí que soy el Señor de los señores.
Llamo a tu puerta y espero, apresúrate a abrirme. No alegues tu miseria. Si conocieras plenamente la dimensión de tu indigencia morirías de dolor. Una sola cosa podría herirme el corazón: ver que dudas y que te falta confianza.
Quiero que pienses en mi todas las horas del día y de la noche; no quiero que realices ni siquiera la acción más insignificante por un motivo que no sea el amor. Cuando te toque sufrir, yo te daré fuerzas; tú me diste amor a mí; yo te haré amar a ti más de lo que hayas podido soñar. Pero recuerda esto: ÁMAME TAL COMO ERES.
Carlos de Foucauld
El amor no tiene sentido si no es compartido. El amor tiene que ser puesto en práctica. Debemos amar sin esperar nada a cambio, hacer las cosas por amor, no por lo que puedan aportarnos. Si esperamos algo a cambio, entonces no se trata de amor, porque el amor verdadero no pone condiciones ni alberga expectativas.
La alegría es amor, la alegría es plegaria, la alegría es fuerza. Dios ama a la persona que da con alegría, y si uno da con alegría, da cada vez más. Un corazón alegre es el resultado de un corazón que arde de amor. Las obras de amor son siempre obras de alegría. No hace falta que busquemos la felicidad: si tenemos amor para los demás, ésta nos será dada. Es el regalo de Dios.
Madre Teresa de Calcuta
1 Corintios 13, 4-8
El amor
es paciente La paciencia es la capacidad de padecer o soportar mucho sin alterarse. También es saber esperar cuando algo se desea mucho. Es saber respetar el ritmo de crecimiento y conversión del otro.
Afable Es ser agradable, dulce, suave. El amor no es agresivo, irónico, cínico.
no tiene envidia La envidia es alegrarse del mal ajeno o entristecerse por su bien. Es un sentimiento mezquino. Absolutamente incompatible con el amor.
no presume Presumir es vanagloriarse, estar muy pagado de uno mismo. Es una forma de narcisismo: es ser egocéntrico. El verdadero amor está centrado en el otro.
ni se engríe Engreír es causar soberbia o vanidad. El verdadero amor no busca la vanidad, sino que vive en la gratuidad, vive el amor como un don inmerecido.
no es mal educado ni egoísta
no se irrita Irritar es hacer sentir ira. La ira es la pasión que causa indignación o enojo. Desde el amor, todo se soporta, se sufre, se acoge con humildad.
no lleva cuentas del mal Llevar cuentas del mal es una forma de rencor. El que ama perdona y olvida. No está acusando de los pecados pasados para humillar al otro.
no se alegra de la injusticia Porque el amor auténtico vive en la verdad, y la injusticia es una forma de mentira.
sino que goza con la verdad
Disculpa sin límites Disculpar es quitar la culpa de otro. Buscar razones para atenuar la responsabilidad moral del que ha obrado mal. (Lo que hizo Jesús en la Cruz).
cree sin límites Se fía del otro sin límites. Aunque tenga indicios en contra. No duda de él.
espera sin límites No tira nunca la toalla. No dice nunca: "No hay remedio", "No tiene solución", sino que confía siempre.
aguanta sin límites Es sostener, no dejar caer al otro. Es soportar lo adverso, lo desagradable. Es amar al otro por lo que es y no por lo que hace.
El amor no pasa nunca Porque llega hasta dar la vida por el otro.
El amor de DIOS
es paciente El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia (Sal 102)
Parábola del Rey que perdona (cf. Mt 18, 21-27)
Afable Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles (Sal 102)
¿Puede una madre olvidarse de su criatura…? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré. Mira, en mis palmas te llevo tatuada (Is 49, 15s)
Como un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo (Is 66, 13)
no tiene envidia Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes (Sab 1, 13)
Yo me complazco en la muerte de nadie (Ez 18,32)
Yo no me complazco en la muerte del pecador, sino en que se convierta de su conducta y viva (Ez 33, 11)
En el Reino de Dios hay más alegría por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse (Lc 15, 7)
no presume El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por todos (Mc 10, 43).
Lavatorio de los pies (Jn 13)
ni se engríe Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó, obedeciendo hasta la muerte, y una muerte de cruz (Flp 2, 5ss).
no es mal educado ni egoísta Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da la vida por sus ovejas (Jn 10)
no se irrita En un arrebato de ira te escondí un instante mi rostro, pero con misericordia eterna te quiero (Is 54, 8)
Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 28)
no lleva cuentas del mal El Señor no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo (Sal 102)
no se alegra de la injusticia Obrar con rectitud y justicia es más agradable al Señor que los sacrificios (Prov 21, 3)
El Señor dice: Yo amo la justicia (Is 61, 8)
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo le escucharé, porque yo soy compasivo (Ex 22, 26)
No te conchabes con el culpable para testimoniar en favor de una injusticia (Ex 23, 1)
sino que goza con la verdad La verdad os hará libres (Jn 8, 32)
Disculpa sin límites Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen (Lc 23, 34)
cree sin límites La triple confesión de Pedro, después de la triple negación (Jn 21, 15-19)
espera sin límites La misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión (Lam 3, 22-23)
aguanta sin límites Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como un cordero llevado al matadero… A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará; con lo aprendido, mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de ellos (Is 53)
El amor no pasa nunca ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? En todo esto vencemos fácilmente por aquél que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Rom 8, 35s)
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